viernes, 1 de abril de 2011

Por qué ELIJO y RESPALDO a Cristian U (01° de abril de 2011 - Foro GH 2011)


Publicado por conal_cochran
01 de abril de 2011

Por qué ELIJO y RESPALDO a Cristian U


Hace varias semanas que distintas personas, conocidas o participantes en este Foro, me vienen preguntando por qué apoyo a Cristian U y cómo es posible que alguien con mi nivel cultural brinde respaldo  a “ese tipo”.  Y la razón de este artículo es proceder a explicarlo.
Yo me registré hace relativamente poco en el Foro de Gran Hermano, si bien venía leyéndolo desde antes. Y decidí registrarme cuando ya estaba por tomar una decisión definitiva respecto de a quién apoyar en forma oficial y explícita.
Mi postura, como espectador, fue independiente desde el principio y mis simpatías no necesariamente coincidieron con los alineamientos que se dieron en la casa ni bien comenzó el juego.
Para variar, en lo que a Gran Hermano respecta, empecé perdiendo. Cuando quedaron nominadas Rocío y Giselle, quería que se fuera la segunda. Pero resultó expulsada Rocío.
Cuando quedaron en placa Ariana y Pamela, yo quería que se fuera Pamela. Pero se fue Ariana.
Cuando Cristian U aparecía cercano a Jesica, Luz, Tamara, Alejandro y Loreley, NINGUNO de esos participantes me gustaba.  Pero MENOS me agradaba la “pandilla” de Emanuel y compañía.
Hoy me opongo a Solange, pero debo decir que, cuando recibió la carta de transferencia de votos, luego de la partida de Ariana, me ilusioné pensando que a lo mejor podía llegar a ser una buena jugadora. Pero cuando se alineó con Emanuel, comenzó a transformarse en una complotadora serial y hasta se sacó los micrófonos violando flagrantemente las normas, perdí toda esperanza con ella. Juan Pablo siempre me resultó intrascendente, a Martín Pepa no lo veía con buenos ojos y a Martín Anchorena lo percibí como alguien que buscaba mantener el perfil bajo para “emerger” después, cuando los otros estuviesen desgastados. No era “la planta” que una porción sustancial de espectadores del programa decían que era.
¿Qué pensaba YO  de Cristian U al principio? Cuando lo vi ingresar a la casa, con esos tatuajes y su estilo tan peculiar, utilizando un lenguaje que no es el mío, me dije “éste no me gusta”. Me dejé ganar por el prejuicio, esa mala costumbre de juzgar a una persona ANTES de verla actuar, quedándome con el análisis superficial de las formas y no con el contenido. Hoy reconozco que hice eso y que me equivoqué. De sabios es rectificar.
Después comencé a ver actuar a este curioso paseador de perros, cómo leía el Reglamento, cómo hablaba del juego, y cómo pensaba todo el tiempo en el desarrollo del mismo. Y cuando presté atención a la argumentación que dio paraAUTONOMINARSE (costumbre del cordobés Juan, en Gran Hermano 4, que me aburría ostensiblemente) para lograr licuar votos y que OTROS subieran a placa, empecé a mirarlo con sumo interés. Atención que era imposible no prestarle después del trascendido de su posible detención por una cuestión judicial no del todo clara. Con la autonominación quebró una tradición de Gran Hermano que era la de efectuar todos los esfuerzos posibles para evitar ir a placa. Cristian U, semana a semana, se ponía ÉL MISMO a la consideración del público. Acaso sin saberlo, aplicó una suerte de “mad tactic” de la Guerra Fría o un “chicken game” como el que se ve en “Rebel without a cause”, en la famosa escena de los autos que corren hacia un acantilado, perdiendo el primero que se detiene.  Yo podía interpretar teóricamente lo que hacía él en la práctica, con desconocidos, en un juego donde las fichas son personas, no el “Shogun Total War” o cualesquiera de las versiones del “Civilization”, dos de mis juegos favoritos. Y empecé a divertirme (diría que a fascinarme) con la expulsión de sus adversarios  sin que ÉL JAMÁS LOS HUBIESE NOMINADO. Iba ganando las batallas a escaso costo. Lo que Clausewitz o Sun Tzu hubiesen recomendado. ¡Increíble!.
También encontró la forma de jugar dentro de los límites “grises” del Reglamento sin transgredirlo, cosa que SÍ pasó con el grupo de “los pibes” y el mutilado de “las divinas” donde existió, inclusive, un episodio grotesco de complot bajo el ruido de una aspiradora. Y con el uso de los gritos INCORPORÓ EL AFUERA, al público, desarrollando una campaña de acción psicológica que descolocó a los otros jugadores; pero sólo para favorecer su juego, no para dañar personas.
Estar autonominado cada semana y NO SALIR era un indicador del respaldo del público. Y yo, que casi siempre estuve en minoría en los temas fundamentales que atañen al país, POR VEZ PRIMERA me sentí motivado para considerar la posibilidad de unirme a una mayoría genuina, legítima, que estaba premiando AL JUGADOR, al MÁS HÁBIL, por sobre los “candidatos de las historias fuertes” y los otros, que deseaban sacarlo y no podían.
Su plan permitió salvar de la expulsión a varios participantes que él suponía de su lado: Tamara, Luz y Alejandro. Yo, como espectador atento y analítico, me permitía dudar de la fidelidad de ellos tres hacia Cristian U. Cuando muchos acá pensaban en ese grupo y en Jesica para la final, yo los miraba con desconfianza.  Y no me equivoqué. Sólo Cristian tenía un plan de juego eficiente, operativo y consolidado, en el que entraban muchas maniobras clásicas del arte de la guerra, que quizás él no las conozca, o no las haya leído, pero que tuvo el talento de aplicarlas.
Muchos lo critican por esparcir “rumores” y “manipular”. Y yo me pregunto, señores: ¿Acaso el General San Martín no aplicó la guerra de zapa,haciendo circular información falsa para confundir al ejército realista durante el Cruce de los Andes? ¿Acaso Justo José de Urquiza no envió cartas falsas para que Rosas las interceptara y dudara de la fidelidad de Ángel Pacheco? Los espías de las guerras napoleónicas tenían el mismo fin: Confundir al enemigo para minimizar las bajas propias. ¿Fueron San Martín, Urquiza y Napoleón “manipuladores” y “esparcidores de rumores”?… ¡claro que sí! Tenían planes que cumplir y debían tener el menor costo posible en las acciones bélicas a emprender, tanto  en materia de vidas humanas como de armamento escaso. ¿Pero Gran Hermano es una guerra? Así parece. Una guerra lúdica. De otro modo a la producción no se le hubiese ocurrido recurrir a citas de “El Arte de la Guerra”, de Sun Tzu, la noche en que quedaron nominados Emiliano, Alejandro, Solange y Tamara. No sé si Cristian U conocerá todos estos antecedentes históricos que he dado. Tal vez no. De ser así, SU MÉRITO ES MUCHO MAYOR que el que podríamos tener quienes estamos viendo el programa conociendo y habiendo leído y analizado, por años, a estos autores.
La vez que Cristian flaqueó y se terminó yendo de la casa fue cuando entró a jugar el factor emocional y cuando advirtió que varias de las personas a las que él había protegido le dieron la espalda. No lo pudo soportar y se fue. ¿Fue un acto de “cobardía” que lo convirtió en un “derrotado”, como dicen algunos? Si ánimos de hacer comparaciones exageradas, me permito preguntarme si podríamos considerar un “cobarde” a Aníbal porque no destruyó Roma cuando podría haberlo hecho, siendo, como era, un brillante estratega, porque el cansancio de la batalla estaba haciendo estragos tanto en él como en su tropa. Y podría citar muchísimos ejemplos de personajes históricos que no dejaron de ser valientes porque, alguna vez, tuvieron que rendirse.
Ni bien Cristian salió de la casa, muchos nos sentimos decepcionados y nos pareció que el programa se volvería, en adelante, aburrido, con malos jugadores cuya única motivación era terminar con Cristian U sin evaluar, preparar ni llevar adelante un plan de juego propio con vistas a la obtención del premio. La semana que Cristian salió era más entretenido ver los debates y su participación en otros programas, que las “galas” propiamente dichas.
Pero las redes sociales comenzaron a actuar, sus fans se movilizaron y lograron “arrancarle” a una  producción perpleja, que percibió que el rating caería en picada, la célebre votación que hizo retornar a Cristian a la casa con un contundente setenta y cinco por ciento de los votos. Hay quienes siguen insistiendo en la ”injusticia” de la decisión y en que él “ya perdió cuando se fue”. Formas de evadirse de LA REALIDAD. Y que, en mi opinión, demuestran un fastidio evidente ante la opinión mayoritaria demostrada a través del voto y la consideran una “equivocación”.  Pero ocurre que Bartolomé Mitre sostenía que “si todo el mundo se equivoca, todo el mundo tiene razón”. Y, aunque así no lo fuere, tenemos el derecho de equivocarnos, máxime si se trata de un juego y no de cuestiones centrales para el país. Después de todo esNUESTRO DINERO el que decidimos gastar para votar durante los procesos de nominaciones, como podríamos gastarlo en otra cosa. Nadie tiene por qué entrometerse en nuestras decisiones. Lo positivo, para quienes no quieren a Cristian U, sería buscar un candidato competitivo LEGÍTIMOESPONTÁNEAMENTE SURGIDO, no uno “inflado” por la producción del programa.
Cristian mostró su ductilidad para el juego invirtiendo sus alianzas. Ya no estaba ni con Luz, ni con Jesica (que no soportó su regreso y abandonó la casa el mismo día que él regresó; más allá de otras motivaciones que haya dado, a mi juicio poco creíbles), ni con Tamara, ni con Alejandro. Empezó a jugar con Rocío y Jony K. Me pregunto: ¿Está mal? Respondo: No. Es un juego y todos quieren ganar. Cristian tiene claro que quiere ser el ganador. Ése es su interés permanente. Tal como lo afirmaba Lord Palmerston: “Inglaterra no tiene amigos permanentes, ni enemigos permanentes. Inglaterra tieneINTERESES PERMANENTES”. Si los demás participantes no los tienen, o los tienen y prefieren no explicitarlos, no es culpa de Cristian U. Ni tampoco nuestra.
Uno de los episodios más divertidos y memorables del programa fue el de los diez autonominados contra uno. Todos contra Cristian. Un momento que, a mí que me gustan los relatos épicos, me hizo retrotraerme a la imagen del Cid, ya muerto, colocado sobre su caballo para cabalgar en dirección de los moros, generando terror entre ellos. O en nuestro criollo Juan Moreyra, en esa inolvidable escena final de la película de Leonardo Favio protagonizada por Rodolfo Beban. Con la diferencia de que él ganó esa pulseada mediante la búsqueda del blanco a eliminar, a efectos de hacer entrar en crisis al otro grupo, descabezándolo: Apuntó a  Emanuel  y se fue (lección elemental para cualquier experto o aficionado al estudio del arte de la guerra) y eso bastó para que,  tal como Cristian había vaticinado, con todo acierto, se desmembrara la ridícula “estrategia de Caro” de la autonominación masiva. Martín Pepa, advirtiendo que su grupo inicial de referencia no iba para ningún lado, comenzó a acercarse a Cristian, lo que le valió el reproche absurdo de Solange de ser un “panqueque”, cuando el jugador debe sobrevivir lo más posible en el juego. Aclaro que Pepa nunca me gustó como jugador, pero, al menos, intentó hacer algo distinto (más allá de los costos para su imagen dentro y fuera de la casa).  Con la salida de Emanuel, durante un mes, tuvo vigencia la FULMINANTE COMBINADA, arma surgida de la interrelación de Cristian con sus fans. Una sola semana le bastó a Cristian para aprovechar estratégicamente la información recibida y la conciencia del nivel de popularidad del que gozaba, vehiculizándola por medio de un arma que LA PROPIA PRODUCCIÓN le otorgó a TODOS los participantes: El confesionario online y el Twitter.
La crisis de Rocío y la partida de Jony K, ambos por abandono, obligaron a Cristian a reprogramar sus alianzas. Martín Anchorena pasó a ser su socio más importante, con Martín Pepa en un rango menor (en una entente basada en la desconfianza) y la unión provisoria con Pamela y Giselle; con vistas a lograr el aniquilamiento del grupo contrario.
El resto es historia conocida por todos.
Personas de mi conocimiento están azoradas conmigo: Cómo puede ser posible, dicen, que alguien de mi nivel cultural, que gusta de la música clásica, de la lectura de autores clásicos en sus idiomas originales, pueda estar apoyando a “alguien como Cristian U”, que “escribe con horrores de ortografía” (patrimonio que no es exclusivo de él, leer a Alejandro, Loreley, Pamela y Solange es también HIRIENTE para quien, como yo, aprecia, con pasión, la lengua de Cervantes).
Y mi respuesta vino de la mano de una aseveración de un antiguo profesor de Sociología que tuve en la Universidad. Él sostenía que, afortunadamente, la inteligencia es un don que está democráticamente distribuido. Hay personas inteligentes en TODOS los sectores sociales.
Es posible que Cristian no tenga la mejor instrucción formal, pero conozca cosas, por la existencia que le tocó vivir, que a mí me son por completo desconocidas. No somos iguales. Hasta él es de Boca y yo de River. Sin embargo valoro suINTELIGENCIA, su habilidad como jugador y su honestidad intelectual al expresar, desde el principio que él juega solo y que un jugador gana solo o se destruye solo. Logró dar vuelta el juego, trascendiendo el programa. Obligó a la producción a realizar un acto democrático para permitir su regreso. Y lo merecía, por ser el más idóneo para jugar. Y eso es MERITORIO. ¿Podría yo no apoyar a Cristian cuando SIEMPRE SOSTUVE que debían ganar los mejores y que a los puestos se debía accede por EL MÉRITO PROPIO, que es, ni más ni menos, que el requisito para accesibilidad a los empleos que consagra el Artículo 14 de la Constitución Nacional de 1853? ¿Podía poner, como excusa, que no es “alguien como yo” y que “no sabe escribir”? Hubiese sido una excusa muy pobre, y, por sobre todo, injusta. Además, por fortuna, todos somos distintos. Yo no soy mejor, ni peor, que él.
Otros me hicieron notar que, como creyente, no podía estar apoyando a alguien que abortó a su hijo. Éste fue un punto fuerte (por completo AJENO al juego), porque quienes me lo dijeron saben que me opongo al aborto. Sin embargo, también como creyente, soy partidario del perdón, de la misericordia. Yo le creí a Cristian cuando se mostró dolido por haber perdido a su hijo de esta manera cruel. Y, sinceramente, espero que encuentre la paz y el consuelo que necesita para superarlo. Yo no soy quién para juzgarlo. Primero me tengo que ocupar de resolver mis propios errores y pedir perdón por ellos, cosa que no soy de hacer habitualmente y que Cristian SÍ lo hizo.
Y, raro en mí, se colaron dos factores emocionales, cuando me precio, casi siempre, de ser analítico y racional (además de endurecido por la vida): Uno fue ver a la mamá de Cristian entrevistada por Rial, una señora sencilla que, se nota, adora a sus hijos. Y que pasó un momento muy tenso en el estudio cuando se aludió a la posible detención de Cristian.  Y el segundo fue en la última “gala”, cuando, con el ejercicio de manipulación sobre la temática de los gritos y los videos, lo vi llorar a Cristian no tanto por él, sino por cómo se vería afectada su familia, en especial su mamá y su novia. Me sentí extraño viendo cómo mis propios ojos se humedecían, cómo ese dolor se me hacía propio, como le estaría ocurriendo a muchísimas otras personas que yo no conozco y que nos vimos unidos en un mismo sentimiento. Un panorama que me produjo mayor malestar y peor indignación cuando también Pamela y Solange terminaron siendo convertidas en objetos del rating, en un momento en que SÍ la táctica, la estrategia y la logística debían ser dejadas de lado porque se estaba lastimando a tres personas con el sólo objeto de invertir una votación y hacer más “competitivo” y “menos previsible” el programa.
La primera vez que me siento partícipe de una mayoría genuina, surgida honestamente, sin presiones, sin cantos de sirena de dirigentes acomodaticios, por elección propia, para pasar un rato entretenido en medio de tantas preocupaciones diarias; a la producción del programa se le ocurre atacar a quien la salvó del naufragio: A Cristian U, un muchacho de barrio que se enoja (como cualquiera de nosotros), que insulta (yo también lo hago, pero con otros términos, lo que no me hace ni mejor ni peor persona) pero que después se le pasa y que LO ÚNICO que  quiere esGANAR UN JUEGO, el OBJETIVO por el cual se entra a Gran Hermano. La sinceridad con la que planteó sus propósitos lo ha hecho el favorito de un público diverso y variopinto: Desde chicos y abuelos, amas de casa, profesionales… y hasta este pesado, con el nick de Conal Cochran, que no cesa de escribir una y otra vez.
Cristian se ha convertido en el CANDIDATO ANTISISTEMA, en el rechazado por la burocracia telefeística. Por los Monteros, las Lozanos, los Cabaks, las Granatas, los Peluffos y los apparatchiks de los debates. Es uno solo, con buena parte del público que lo ama y admira, contra el poder que manipula tapes, sonidos y emociones bajo el signo de las planillas de audiencia.
Quizás mis motivos parezcan poco profundos y rebuscados para quienes los lean. Pero son LOS MÍOS. Respetaré que otros expresen posiciones distintas o motivaciones para apoyar a otros candidatos.
Pero aquí, en medio de los Idus de Marzo de una producción que ha decidido apuñalarnos el día domingo, como si los expulsados de la casa fuésemos NOSOTROS en lugar de Pamela, expreso, oficialmente y con toda convicción: YOAPOYO A CRISTIAN U Y DESEOCON TODO FERVORQUE GANE ESTA EDICIÓN DE GRAN HERMANO 2011.
¡Lo mejor para vos, Cristian! ¿Servirá, para vos, contar con mis respetos, a través de éste, mi humilde aporte? Es mi deseo más caro que así sea.
Llegaste, viste y venciste.
Si no hay “manos negras” ni intervencionismos malintencionados, LA VICTORIA YA ES TUYA.
Conal Cochran

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