ALF y "Juampa"
Calculo que todos recordamos a ALF (Alien Life Form).
Era el personaje de una serie de televisión estadounidense, aquél extravagante ser proveniente del planeta Melmac, que, luego de varias peripecias, termina conviviendo con la familia Tanner en medio de situaciones desopilantes.
La frase típica que identificaba a ALF era “No hay problema”:
A casi todos nos divertía.
Calculo que a todos nos cuesta recordar quién es “Juampa”.
Es el participante que entró a la edición de Gran Hermano 2011 a sabiendas de que se iba a ir antes porque tenía que rendir finales para recibirse, haciendo que otros, que tenían intenciones de entrar a la casa para llegar a la final (y eventualmente ganar el premio), se quedaran con las ganas .
Es el participante que escribió en el confesionario online: “Despierta, Juampa, despierta”, pero pareció seguir sumergido en una catalepsia lúdica hasta el momento mismo en que abandonó el juego.
Es el participante que sin embargo, antes de irse, en los pocos momentos en que se veía distraído de su somnolencia, terminó poniéndose del lado de “los pibes”.
Recibió el dudoso privilegio de ser considerado desde un bien mueble hasta un vegetal.
A diferencia de lo ocurrido con ALF, “Juampa”, a casi todos, nos aburría. Y nos sigue aburriendo.
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En horas de la madrugada de hoy, estuve en el chat por twitcam que suele hacer Lizardo Ponce. Lizardo, por segunda noche consecutiva, logró contactar a “Juampa” para que ingresara al chat y lo motivó a contar su experiencia en Gran Hermano 2011. Varios hacíamos preguntas y comentarios ácidos. Algunos le mandaban saludos. Todos, a pesar del aporte nulo que hizo al juego, teníamos cierta curiosidad por lo que pudiere llegar a decir. Todo fue más o menos previsible: Dijo llevarse bien con todos, habló bien de los integrantes del panel de los debates, del “moderador” Peluffo, de la actividad de los participantes expulsados en general e hizo vaticinios sobre una final soñada por el “antiuísmo”, en la que ve como ganadores posibles a Solange o Martín Anchorena. También dijo que el episodio de los desmanes en la casa los había perjudicado por la forma en que se presentó la edición de los videos por parte de la producción.
En un momento Lizardo trasmitió la pregunta de uno de los participantes del chat, acerca de qué veracidad tenía la versión sobre el reparto de tarjetas telefónicas gratuitas que habría hecho el gobierno tucumano para garantizar la expulsión de Pamela y favorecer la permanencia de Solange en la casa. Cabe aclarar que esta información, publicada en “Contexto”, de San Miguel de Tucumán, fue desmentida por los fans de Solange:
“Juampa” podría haber dicho que no le constaba tal especie, o hasta decir que era mentira, y no hubiese pasado nada. Hay fraudes que pueden (y han sido) probados y otros que no y quedan impunes; o bien, de no haber existido, lamentablemente queda la sombra de la duda. Sin embargo, no se le ocurrió mejor idea que preguntarse (¿afirmar?) “cuál es el problema de que se le regalen tarjetas gratis a personas pobres para que puedan votar”. Ante algunas reacciones de los participantes del chat, entre ellas la mía, que me sentía ofuscado ante lo que estaba escuchando, “Juampa” decidió no volver a referirse al tema y no me quedó claro si fue por decisión propia o aconsejado por alguien que le pidió que no hable.
Este otrora participante de Gran Hermano, con formación universitaria, próximo a recibirse, debiera saber que DISTRAERDINERO DE UN PRESUPUESTO PROVINCIAL PARA FAVORECER LOS INTERESES DE UNA PARTICIPANTE EN UN REALITYACASO PODRÍA SER CONSIDERADO UNA MALVERSACIÓN DE FONDOS PÚBLICOS, salvo que el gobernador ponga el dinero de su bolsillo y, en este caso, tendría que demostrar que así fue para evitar todo tipo de duda, al menos dentro el espíritu de una República. O, quizás, hay algo mucho peor: LO SABE Y NO LE INTERESA.
Por cierto, si se usaron fondos públicos, las tarjetas no fueron “gratuitas”, sino que ALGUIEN las pagó: Los contribuyentes tucumanos, apoyasen o no a Solange.
Después de todo, acaso piense (¿?) “Juampa”, ¿no hay fraudes electorales o gubernamentales tanto en el país como en el mundo? ¿No hay sistemas totalitarios que arman parodias comiciales con un solo partido y un único candidato para permanecer en el poder por décadas? ¿No se hacen constituciones “a medida” mediante “plebiscitos” o “referéndums”? ¿No se tarda un mes en definir una elección presidencial en la primera potencia mundial? ¿No hemos tenido en la Argentina Barcelós, Frescos, Ruggieritos y discípulos y sucesores más o menos aventajados en el arte de “sufragios dibujados”? ¿Qué problema habría para que intervenga una mano oficial para ayudar a una participante de Gran Hermano? ¡Ninguno!
Para “Juampa” parece que todo es lo mismo.
Si le dicen “mueble”, está bien.
Si le dicen “planta”, está bien.
Si a alguien se le ocurre decirle “ameba”, probablemente también piense que está bien.
Todo le parece bien y su cara es siempre la misma. Como la de Droopy cuando afirma “estar muy feliz”.
Sebastián de Caro dice que ”Juampa” se parece a Ben Affleck, actor que en “Pearl Harbor” protagonizó al Capitán Rafe McCawley:
De haber sido “Juampa” aquel piloto, le hubiese dado lo mismo bombardear Tokio que Washington, DC. ¿Qué problema habría? Una capital empieza con “T” y la otra con “W”.
“Juampa” hubiese sido ideal para el papel del lugarteniente al que en la película “Cleopatra”, Ocatvio, protagonizado por el inolvidable Roddy MacDowall, le reprocha la actitud inexpresiva para anunciarle la muerte de Marco Antonio, el único obstáculo que tenía para adueñarse del poder absoluto. Para ese hombre gris hubiese sido lo mismo que la sopa estuviera fría o caliente, que Marco Antonio estuviese vivo o muerto. Para Octavio no, por eso gritó que Marco Antonio ya no vivía, que había dejado de existir.
También hubiese sido un buen “Joshua”, la computadora de la película “War Games” que casi desata una tercera guerra mundial. Cuando se le pregunta si los movimientos de tropas, submarinos, aviones y proyectiles que se ven en la pantalla son un juego o algo real, la máquina contesta: “¿Cuál es la diferencia?"
Todo es lo mismo. Ganar en “Hombre al agua” o abandonar en “Gran Hermano 2011”.
Estar que irse.
Aprovechar una oportunidad que desaprovecharla.
Que alguien gaste SU PROPIO DINERO para votar por la expulsión de un participante o que un gobierno acuda en “socorro” de un INTERÉS PARTICULAR con fondos que son PÚBLICOS.
¿Le dará lo mismo que alguien vote por propia iniciativa, que hacerlo motivado por “regalos”?
¿Tan importante es que ALGUIEN NO GANE para ese rejunte amorfo que es el “antiuísmo”?
A TELEFÉ, según la línea editorial que trabaja afanosamente en exhibir, le importan los temas del país. Es un canal que manifiesta estar comprometido con el esclarecimiento del pasado y las irregularidades y/o delitos del presente. ¿PensaráIGUAL que “Juampa” o rechazará, de plano, sus palabras?
Tengo que preguntármelo porque él, en el chat al que estoy aludiendo, vaticinó con bastante seguridad que HOY SE VAMARTÍN PEPA DE LA CASA. ¿Se tratará de un pálpito o de una información precisa que él posee?
“Juampa” no se preocupa, al igual que ALF. Para ambos todo parece tener solución, no importa a qué costo.
Sin estar ya en “Hombre al Agua”, en horas de la madrugada, “Juampa” se hundió con su sinceramiento. Pero, quizás, pocos nos hayamos dado cuenta, porque ya se lo eliminó hasta de los perfiles que se ven en la parte superior de la página oficial de “Gran Hermano 2011”. No existe, aunque exista.
Así que, “Juampa”, no te preocupes.
No pasa nada.
No hay problema.
Conal Cochran
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