martes, 29 de marzo de 2011

¿Miente, miente, que Pamela se irá? (29 de marzo de 2011 - Foro GH 2011)


Publicado por conal_cochran
29 de marzo de 2011

¿Miente, miente, que Pamela se irá?


La mentira es vieja, seductora y efectiva. Satanás recibe por nombre, entre otros, el de “príncipe de la mentira”.
A Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Adolf Hitler, se le atribuye haber sido el autor de la frase “miente, miente, que algo quedará”. Cuando, en realidad, primero la había dicho Voltaire. Que, a su vez, la tomó de Beaumarchais, que puso en boca de Basile, en El Barbero de Sevilla: ¨Calumniemos, calumniemos que siempre algo quedará¨. Pero, al parecer, el verdadero origen es un
proverbio latino citado por Francis Bacon: ¨ Hay que calumniar audazmente,,,siempre algo quedará”. Nada nuevo bajo el sol…
Los gobiernos (totalitarios o, inclusive, muchos que se autoproclaman “democráticos”), son afectos a difundir mentiras o medias verdades. Y para eso recurren a ministerios de propaganda, secretarios de prensa y difusión, o lo que fuere, para convencer y/o “persuadir” de las “bondades” de las acciones oficiales.
Y los medios de comunicación, por su parte, hacen un recorte de la realidad DESDE SUS PROPIOS INTERESES, con vistas a hacernos creer que son los nuestros. Para ello recurren a mecanismos de manipulación de hechos mediante “montajes” y puestas en escena acompañados por sonidos, música, manejo de planos y edición de videos; con el objetivo de “moldear” nuestras opiniones y que sean coincidentes con las de ellos. Umberto Eco, en “La Estrategia de la Ilusión”, explica cuáles son los recursos más utilizados para manipular al público. Manipulación que apela más a lo emocional que a lo racional. A la sucesión ininterrumpida de imágenes impactantes y hasta al golpe bajo más desagradable. El objetivo es que el espectador piense lo menos posible y reaccione “en caliente”. Que actúe sin pensar, o haciéndolo en la menor medida posible.
La “gala” (no sé por qué siguen utilizando este término tan poco apropiado) del domingo fue un típico ejemplo de la manipulación más escandalosa, donde se atentó, inclusive, contra la dignidad de PERSONAS, más allá de que sean jugadores. Se convirtió en OBJETOS a quienes son SUJETOS. Todo, probablemente, para medir más puntos de rating. Porque el escándalo “vende”.
Cuando yo propuse, como seguidor y partidario de Cristian U que soy, que NO se dividan los votos para sacar a Emiliano la semana anterior, fue porque, ya desde el viernes a la noche, pude advertir cuál era la maniobra que se venía: Como Alejandro ya no era útil para la producción, los videos lo mostrarían más molesto e irritable que nunca para generar la contrariedad del público, en particular de los que preferimos a Cristian, para que se lo expulsase de la casa:
http://granhermano2011.telefe.com/notes/15037-por-que-voy-a-hacer-lo-que-cristian-u-pida-y-no-lo-que-me-gustaria
Queda en claro, restrospectivamente, que PASÓ LO QUE YO DIJE QUE SUCEDERÍA: Hubo fans de Cristian U que se dejaron llevar más por lo emocional, por la animadversión hacia Alejandro potenciada por los tapes negativos que se pasaron y por su reacción en la gala, que por las conveniencias estratégicas de Cristian, por lo que ÉL había pedido. El “combo” se completó con el efecto “Kimba alejada de Emiliano”. El tándem “rabia hacia Alejandro/lástima por Emiliano-Kimba” fue efectivo. Adecuado a la intención deliberada de que el programa fuese menos “previsible” y más “competitivo”, se dejó el camino “preparado” para la salida de Alejandro. Un Emiliano “fortalecido” emergía como nuevo candidato para hacer frente a Cristian con “mayores posibilidades”. Discurso potenciado en los debates por ciertos panelistas y HASTA por el “moderador” Mariano Peluffo.
La semana transcurrió con todos los apparatchiks de los programas de Telefe mostrando a un Cristian U que no soportaba perder y que estaba todo el tiempo de mal humor (AM, Zapping, los debates, etcétera). En ese contexto, no hubo horario de protección al menor que valga para que el señor Tartúfoli tuviese la poco feliz idea de sugerir que a Cristian “lo hicieran bajar” y lo calmaran suministrándole una droga ilegal. Cabe señalar que uno de los gritos en contra de Cristian registrado días después fue “Cristian drogadicto”. Y que quedó flotando la duda de si el participante Jonatan le dijo, o no, algo parecido durante la resonante pelea que ambos habían tenido.
El jueves se sacaron las cartas y el “moderador” Peluffo se permitió burlarse de todos los que habían tenido la osadía de pensar que sólo “el azar” intervenía allí. El viernes quedó una placa de tres: Cristian U, Solange y Pamela, porque Emiliano fue salvado por el primero.
El fin de semana tuvo lugar el episodio de los gritos, con agresiones hacia Cristian U, la discusión entre todos los participantes de la casa y expresiones crueles como las de Emiliano hacia Pamela considerándola una mala madre, Solange llorando mientras juraba y perjuraba que ella no había alentado gritos contra nadie, etcétera. Mientras ello ocurría se estaba votando y trascendió la noticia de que el gobernador Alperovich, de la provincia de Tucumán, habría tenido la intención de repartir tarjetas telefónicas para favorecer la expulsión de Pamela y la permanencia de Solange en la casa (especie que fue desmentida rotundamente por los seguidores de la participante tucumana).
Ya desde la mañana tuve la sospecha de que la producción del programa (que por hacer subir el rating pareciera, a mi modo de ver, dispuesta a hacer cualquier cosa, inclusive el ridículo o soportar la pérdida acelerada de credibilidad) intentaría deshacerse de Pamela y favorecer a Solange, a pesar de que los números venían mal para esta última. La noche me daría la razón.
Jorge Rial, como conductor, se amoldó al “montaje” preparado por Telefe: ¿Qué se había gritado? ¿Solange había pedido que se le grite a Cristian U? ¿Pamela y Giselle habían dicho la verdad o habían mentido?
Como en una novela, debía hacerse un planteo maniqueo, establecerse una dicotomía entre “buenos” y “malos”. La principal víctima fue Cristian, el destinatario de los gritos (¿Será cierto, como está circulando por Twitter, que ciertos participantes que ya están fuera de la casa fueron hasta la puerta de la misma para lanzar denuestos contra él?). Quedaban Solange (por un lado) y Pamela y Giselle (por otro) como las posibles culpables de agredir al jugador preferido por el público. Había que “dilucidar” quién le había mentido al jugador que, todos sabíamos, seguiría en la casa.
Con una “puesta en escena” poco menos que burda, se distribuyó el material “probatorio” para que lo conociese el público de una forma tal que emergiera Pamela como la malvada de la película (y Giselle por añadidura). Y a esto se le agregó la intervención del conductor hablando con los participantes, hecho que motivó escenas de llanto entre los tres nominados. Me pongo fuera de toda pasión y me olvido un momento del juego para decir que me parece deplorable el momento que se les hizo pasar a estas tres personas. Un golpe bajísimo y deplorable.
La votación se cerró a toda velocidad, Rial no fue ni siquiera a un corte y se mostró “sorprendido” al ver el sobre que le entregó la escribana. En un milagro estadístico digno de tener en cuenta, la votación se dio vuelta por VEINTE PUNTOSen apenas dos horas y quien se estaba yendo al principio de la gala terminó quedándose. En un contexto de escepticismo como el que hemos aprendido a vivir en la Argentina, las sospechas (fundadas o infundadas), afloraron. Y la sensación de haber sido estafados, si no por los votos que no podían ingresar o por planillas “arregladas”, cosa que no podemos saber y no nos consta (prefiero suponer que nos dicen la verdad y que una escribana no va a exponer su carrera para dar fe de una mentira o que se trasmitió otra información que no fue la brindada por ella) , por medio del “montaje” de videos y audio pasados de forma tal de potenciar la imagen de otra participante “competitiva”, se apoderó de varios de nosotros.
La música de Halloween, seleccionada para uno de los videos, no podía ser más apropiada. La producción se puso la máscara del rating, cual Michael Myers, y terminó atentando no sólo contra la estabilidad emocional de los participantes, sino contra el interés en el programa de muchos que, honradamente, gastaron dinero votando por sus participantes favoritos. Pamela estaba afuera: El objetivo se había cumplido.
Si acaso en la madrugada del lunes 28 de marzo de 2010 alguna médium estuvo realizando una sesión con el más allá para invocar espíritus históricos, y concurrieron los de Goebbels, Voltaire, Beaumarchais y Bacon, seguramente éstos habrán tenido mucho que recordar de sus tiempos pretéritos; que en el presente más inmediato encontraron un correlato en una frase que varios les atribuyen a todos ellos, y que discípulos más o menos ilustrados de hoy podrían resumir así: “Manipula, edita, que alguien se irá de Gran Hermano 2011”.
En lo que a mí respecta, he decidido no ver NINGÚN programa que emita Telefé como repudio a lo ocurrido. Pero seguiré apoyando a Cristian U, de eso no tengo dudas.
Conal Cochran

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